sí empezó lo que, durante dos años, sera una "aventura del alma" : "me puse ardamente al trabajo (abril 1964) con la voluntad de sacar la mas bella fotografia de Pieta que se pudiera hacer... Pero una vez empezado, no pude interrumpirme hasta que la nave que regresaba a Italia (noviembre 1965) desapareciera de mi vista".

"E tomado miles de fotos - en color y en blanco y negro, con maquinas grandes y chicas, con objetivos de 35 hasta 400 mm, usando la luces del pabellon o mis propios focos, sacando fotos por todos lados, de todas direcciones a cualqiera hora del dia o de la noche. Esta experiencia no se puede describir con palabras, me encontraba frente del misterio de la veradera grandor. Esto no era nuevo para mi, en cuato me recordaba los ensayos y los conciertos de Arturo Toscanini a los cuales asistía durante veinte años. en su campo, Toscanini es un gigante del tamaño de Miguelangel - uno en la piedra, el otro sculptando sonidos fugitivos. Y así, en cuanto consumia inombrables horas en esta tarea de fotografo, el misterio de la esculptura aumentaba, une misterio de belleza y de fe, y se me reveló que la obra de Miguelangel no habia sido percibida en su real dimension, sino que por un pugnazo de algunos privilegiados."