urante todos estos años, escribe Robert Hupka, alguno se tuvo a mi lado, Charles Rich, un hombre animado con una vida interior intensa y que posee una gran cultura. Sus ideas profundas me abrieron los ojos mas grande que lo que podian ver. Me dijo, y aquí sigue parte de su discurso que habia grabado y que no vi imprimido en ninguna parte :

"Hay tantas cosas en esta Piedad que aún cuando viva mil años y escriba mil livros, no pudiera exprimirlo todo. Diciendolo de otra manera, hay dentro una cosa divina. ¿Como un jovencito de veinticuatro años de edad hubiera podido crear algo semejante sin una intervenció del cielo? No se podia concebir. Es justo aquí una gracia peculiar de Diós. Cierto habia que Miguelangel fuesse un artista, pero el talento solo no puede explicar a sí solo la Piedad. - La contemplación de la obra le transforma adentro. Un espiritu de oración se escoje de uno... el recogimiento... el Hombre es transmutado.

Lo spiritual y el artistico no han sido nunca tan perfectamente liados. Estan inseparables y el hecho que el uno y el otro hallan llegado al mismo nivel de profundidad y de intensidad, y que esta maestria fuesse reunida en un solo hombre, eso es lo que hace a Miguelangel como único. La Santa Virgen es notable en lo que todo el amor que el habia por ella transparece en su cara. Mirando a esta, podemos hacernos una idea de la persona que era Miguelangel - no de lo que era la Virgen misma - como se ve la fe que debia tener el personaje para realizar semejante obra. Ninguna palabra podria contar más que esta cara. De facto, esta inefable expresión no se podria traducir en palabras. Nada podria mejor dar a comprender a Miguelangel. Su dimensión sobrepasa aquí incluso a la Capilla Sixtina. La Capilla muestra el tamaño del artista. La Piedad revela el nivel de su fe en su simplicidad. Hay algo de santo en esta estatua...

La estatua de Miguelangel es un rayo de sol caido del cielo, que nos da una prueba de la belleza que nos espera allá arriba."